domingo, 24 de mayo de 2015

   Temas de Interès

Por Arturo Fernàndez Ramìrez
LAS ENCUESTAS Y SU FALTA DE CREDIBILIDAD

Fue a partir de la década de los 90's cuando México pretendiendo emular a Estados Unidos en sus procesos electorales, empezó a organizar debates y a medir la preferencia electoral a través de encuestas.
El pretendido fortalecimiento del entonces Instituto Federal Electoral como un órgano independiente e imparcial que organizara los procesos electorales en nuestro país, dio pié precisamente a que se realizaran estudios de opinión para conocer la preferencia electoral de los partidos y de los candidatos antes de que se verificaran las elecciones.
Entonces, poco a poco empezaron a cobrar fuerza estos estudios de la opinión pública a tal grado que se convirtieron en una herramienta necesaria e indispensable para la toma de decisiones en una campaña política e incluso ya estando en el gobierno.
Sin embargo, así como el antes llamado Instituto Federal Electoral tuvo su auge de credibilidad en las elecciones del año 2000, misma que perdió totalmente en el siguiente proceso electoral de 2006 ante las manifiestas evidencias del fraude electoral en las elecciones a la presidencia de la República; de igual forma, las encuestas han venido perdiendo credibilidad.
Pero a diferencia de la falta de credibilidad y legitimidad del ahora Instituto Nacional Electoral, las encuestas han perdido confianza ante el electorado porque a través de ellas se pretende manipular la opinión pública, alterando los números, los resultados.
Es decir, el problema no son las encuestas en sí mismo, sino quienes las realizan y manipulan de manera consciente sus resultados para tratar de generar un sesgo en la opinión pública.
           Una encuesta que se realiza bajo los lineamientos de una metodología, claro que es confiable o al menos el grado de error es mínimo.
         El problema, insisto, es que los resultados reales se ocultan y se manipulan los números para publicar una información sesgada.
Lo anterior, claro está, cuando en realidad se lleva a cabo un estudio de opinión apegado a una metodología, porque lo más grave es cuando ni siquiera se realizan los trabajos de una supuesta encuesta al amparo de un método científico y aún se dice que son estudios de opinión.
Entonces, ambas cosas, encuestas con metodología pero alterando sus resultados y estudios de opinión sin sustento metodológico, es lo que a la postre han hecho que se pierda credibilidad en estos trabajos que se supone deben ser profesionales.
Y el punto es que en ambos casos lo único que pretenden los autores es manipular la opinión pública, sin medir las consecuencias que hoy vivimos de la falta de credibilidad en estos instrumentos metodológicos.
En el caso de Sayula ha sido evidente que las supuestas encuestas que se han publicado carecen de metodología, por lo que carecen de credibilidad. El problema es que quienes crean en ellas se llevarán un gran fiasco el 7 de junio.
Además, la legislación electoral actual es clara en exigir requisitos para la publicación de estudios y sondeos de opinión electoral, por lo que aparte de que las encuestas que se han publicado en Sayula carecen de valor metodológico, también están faltas de los requisitos que establece la ley para su publicación.
Ojala que quienes realizan encuestas "patito" se den cuenta de los daños que causan a la sociedad, a una sociedad incrédula, a una sociedad harta del manipuleo, harta de que únicamente se le quiera engañar para obtener su voto (si es que en realidad un sondeo de opinión puede influir en la decisión del voto). Que se den cuenta de ese daño y que rectifiquen su error. O usted qué opina estimado lector. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com

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