lunes, 14 de septiembre de 2009

Editorial

Calderas quiere que los pobres paguen los platos rotos de su ineptitud


Con la iniciativa de aumentar impuestos a todo el consumo, IVA a alimentos y medicinas incluido y aumentos a gasolina, gas y energía eléctrica, Fecal el usurpador, pretende que los pobres de este país, a saber todo el pueblo de México, paguen los platos rotos que su inútil y espurio gobierno ha provocado con su caterva de delincuentes de cuello blanco, a quienes dichas reformas y aumentos, les dejan intocables.
  Como ya se denuncia en otros foros no oficialistas, a los grandes empresarios que desde la campaña sucia contra AMLO apoyaron a Calderas para que se alzara con el triunfo mediante gigantesco fraude electoral, no los toca ni con el pétalo de una rosa, a pesar de que son los únicos que no pagan impuestos en este país, constituyéndose tal hecho en una vergüenza nacional al cargarle todo el peso de la crisis al pobrísimo pueblo de México en tanto los ricos permanecen aumentando el bulto de sus carteras.
  A esta danza de empresarios cínicos, con cuyos impuestos bien podría taparse el hoyo presupuestal que tanto se alude, pertenecen Walmart (Aurrerá), Bimbo, Jumex, Banca Mexicana, Bolsa de Valores, entre otros, quienes en un acto de honestidad (si es que la conocen), debería obligárseles a pagar sus impuestos como todo contribuyente. 
  La apretada de cinturón que sugiere Calderas no incluye tampoco a los altos funcionarios de su gobierno, Secretarios de Estado, Gobernadores, Suprema Corte de Justicia de la Nación, Consejeros del IFE, etc., cuyos salarios de hasta más de 250 mil pesos mensuales, representa un insulto y una bofetada al pueblo de México a quien se le pide sacrificio a pesar de su ya miserable condición económica en tanto los ricos y corruptos funcionarios se embolsan millonarias sumas de dinero proveniente del erario público.  
  Así se vislumbra el panorama nacional previo al bicentenario de nuestra independencia nacional y el centenario de la Revolución Mexicana, que se antoja igual o peor que en la época de Porfirio Díaz.
  Solamente queremos recordarle a los tecnócratas y derechistas yunquistas que desgobiernan este país, que el pueblo tiene un límite de resistencia y de paciencia y que un estallido social se incuba con agresiones tan grotescas a la economía de las familias como las que pretenden implementar a partir del 2010. La historia no nos deja mentir al respecto.

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