jueves, 17 de septiembre de 2009


Y vuelve la burra al trigo

Por Rodrigo Carrión grajeda

"Una entre cien"

La verdad esta semana no tenia ni tantitas ganas de sentarme a escribir sobre nada, mucho menos sobre nadie. Y no es por falta de material, ya saben que siempre sobra tela de donde cortar principalmente de nuestras actuales autoridades municipales. Por ejemplo podríamos haber hablado y mucho de la reciente elección de la reina de las fiestas patrias que dejo mucho que desear al haber dejado sin corona u otra distinción imprudentemente a una de las jóvenes participantes. Aparte de la pestilente humareda provocada por los juegos artificiales que quemaron dentro del auditorio que casi corre a los asistentes al evento. Sobre el desfile local nada les puedo comentar pues por esta vez no me toco mirarlo dado que una de mis hijas estudia en la escuela normal de Ciudad Guzmán y junto con mi familia nos trasladamos a este lugar a verla desfilar por primera vez como alumna de esta escuela, sorprendiéndonos por cierto de la organización y formalidad que le dan las autoridades municipales a dicho desfile del 16 de Septiembre. 

  Bueno, después de todo lo anterior entrare en materia con el tema que hoy ocupo en este importante espacio de Horizontes con el permiso claro, de nuestro director. Déjeme hacerlo parte estimado lector de un acontecimiento que muy pocas personas tenemos la fortuna y dicha de vivir como lo viví este pasado 17 de Septiembre, ya que un 17 de Septiembre pero de 1919 mi señora madre vio la luz por primera vez en esta ciudad de Sayula Jalisco en uno de los barrios mas antiguos por la calle Daniel Larios, siendo mi jefecita, hoy, dueña y señora de 90 años para ella sola. Por tal motivo, familiares y amigos nos dimos cita en su casa para festejarla como ella se merece, deseándole muchos, pero muchos años mas por delante. Cosa que todos sus hijos estamos seguros pues al paso que lleva, lo mas seguro es que le celebramos los cien o mas si nuestro padre Dios lo permite.  
  Y es que la verdad no es para menos, tal y como lo marco en el encabezado de mi comentario. Una entre cien son las personas que logran llegar de los noventa años de vida en adelante, mayormente gozando de cabal salud. Después de haber sido el tronco donde brotaron infinidad de retoños llegando a contabilizar actualmente más de cien ramificaciones entre hijos, nietos, bisnietos y tataranietos. O sea cinco generaciones contándola a ella. Aparte de festejarla como es la costumbre en nuestro pueblo con las mañanitas y una comidita en su dia, de esta otra manera, y por este medio informativo como lo es Horizontes, le hago un reconocimiento de mi parte al SER HUMANO por el cual vivo y he conocido también la dicha de ser padre.
  Felicidades nuevamente "jefecita"  

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