sábado, 30 de abril de 2016

El cristo de Amacueca

           Por Federico González Alfaro

El cristo que se expone en la iglesia de Amacueca, Jalisco. Es una obra de arte del considerado, mejor escultor español del s. XVI, Matías de la Cerda. Es una obra de alto valor artístico e historico.
Las esculturas de Matías de la Cerda, se caracterizan por el naturalismo expresado en sus obras. Mota Padilla, p.352, lo describe como el más famoso escultor que a estos reinos paso de la Europa cuando se pobló América.
De la Cerda, hizo escuela en Michoacán, lugar de donde proviene esta hermosa escultura, que en Amacueca le llaman el dulce nombre de Jesús.
Sabedor, de la notable habilidad artística de los purépechas, De la Cerda, logro una importante y enriquecedora experiencia artística para él y para los artistas purépechas que dominaban una técnica para la realización de esculturas en pasta de maíz.
Este cristo, está elaborado con ese principio, erróneamente se le cree de madera, afortunadamente, no se les ha ocurrido comprobarlo, algo que sería una brutalidad.
El barniz utilizado en esta obra de arte, se elaboró bajo las normas utilizadas por los purépechas para conservar sus esculturas desde épocas prehispánicas. Es un barniz que se obtiene cociendo dos variedades distintas de orugas y un insecto venenoso hasta que se forma una pasta (el nombre de las especies, me lo reservo, no sea que algún salvaje pretenda lucrar con ellas y las ponga en extinción). De esta mezcla, se obtiene una pasta de color amarillo, que al secar queda transparente. Este barniz, fue considerado, el mejor, el de mayor calidad en los siglos XVI y XVII en todo el mundo. Tiene la característica, de conservar los colores naturales de las obras, de tener una dureza extraordinaria y de ser repelente al ataque de todo tipo de insectos y hongos.
A la pasta de maíz, según los investigadores Llavé y Martínez de Lejarza, describen que se le agregaban adiciones naturales como el bulbo de la orquídea, llamada "sabralia citrina", que crece junto al lago de Pátzcuaro. Su nombre vernáculo es "tatzigueni", que en purépecha significa engrudo, esta mezcla jamás se pica o se pudre.  
   El templo barroco fue construido por la orden franciscana y el retablo que enmarca este cristo, es de madera y está recubierto de finas láminas de oro macizo.
Entre ambos, el valor se dispara a cifras astronómicas. Unas obras de arte muy poco valoradas y aún menos conocidas.
Es una lástima, que en la actualidad, esta joya del sur de Jalisco, esté abandonada por la iglesia católica. Amacueca, no cuenta con un párroco. Es verdaderamente incomprensible que dejen a este templo de tanto valor en el abandono. Si no pueden hacerse responsables de el, sería bueno que la secretaria de cultura, lo haga y lo convierta en un museo. Este templo, cuenta con galerías filtrantes o Qanats, una importante obra de ingeniería hidráulica virreinal como la que cuenta Sayula y esta, como aquí, en el abandono, enterradas. Los Qanats, son obras reconocidas por la UNESCO como patrimonio cultural de la humanidad.
Sea por Dios, con estos bueyes nos toco arar.
Si tienen tiempo, visiten estas verdaderas joyas del sur de Jalisco.

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