Por Rogelio F. Pastor *
Recientemente nos enteramos sobre los amparos que otorgó la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a cuatro ciudadanos mexicanos para consumir marihuana con fines lúdicos o recreativos. Debemos considerar cómo afectaría a la población, al desarrollo y al estado de derecho estas acciones que se encuentran en la actual agenda del gobierno federal en la lucha contra las drogas. Sobre todo, qué acciones debería tomar el ejecutivo para articular políticas eficientes capaces de contener la problemática actual.
Lo que sucedió es derivado del recurso de revisión presentado ante un Tribunal Colegiado de Circuito de un amparo presentado ante Juez de Distrito, en donde la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) que otorgue los permisos en lo individual para uso de marihuana a quienes solicitaron protección de sus Derechos mediante Amparo. A solo estas cuatro ciudadanos.
Esta discusión sobre la posible regulación de drogas no es nueva y ha sido debatida desde hace ya varios años en un sinnúmero de foros nacionales e internacionales, ya sea de gobierno, expertos, académicos, científicos y políticos.
Esto no significa que la corte tomó la delantera dentro de la regulación de la marihuana en México, sino que el consumo de facto se convirtió en un consumo de Iure. Es decir, el Estado, mediante su órgano judicial, da reconocimiento jurídico al consumo de la marihuana con fines recreativos, ya que se encuentra regulado, pero carente de coherencia. Es por eso que dicho fallo judicial va más allá de las iniciativas presentadas en el Congreso y el esfuerzo que ha realizado el ejecutivo con distintas dependencias gubernamentales en la implementación de estrategias antidrogas.
Para consumir Marihuana legalmente, bastaría con solicitar por escrito un permiso a la Cofrepris --lo cual muy probablemente será contestado de manera negativa-- y después, el ciudadano estaría en posibilidad de solicitar la protección de la justicia mediante el recurso de amparo, alegando que se vieron violentados sus derechos constitucionales como la libertad de decidir --tal y como lo sustentó la Corte--.
Es importante recordar que si la misma sala de la corte falla cinco veces consecutivamente e ininterrumpidamente en el mismo sentido, estaremos ante un nueva interpretación de la ley o jurisprudencia, por lo cual la dicha corte emitiría una declaratoria ordenando al ejecutivo a que anule los artículos relacionados con el consumo y que están regulados en la Ley General de Salud y por ende las leyes penales que sancionan ciertas modalidades de delitos relacionados con la producción y tenencia de narcóticos. Bajo estos términos, estaríamos ante una evidente "legalización" de la marihuana. En este contexto, el gobierno federal deberá estar en condiciones de reestructurar sus estrategias de drogas en el ámbito nacional e internacional, haciéndolas coherentes con el sistema legal interno.
¿Qué sigue? ¿Clubes de drogas? ¿Tiendas? ¿Incremento del uso de la marihuana y sucesivamente de la cocaína y otras drogas duras? ¿Aumento de la violencia relacionada con el consumo? ¿O veremos reflejado una disminución de dicha violencia, menos narcomenudeo y tendremos a una sociedad en paz, debilitando con esto a los cárteles de las drogas? Los dados están en el aire.
La corte argumenta en esta sentencia que "la prohibición para fines lúdicos y recreativos es una medida desproporcionada para el derecho de las personas a decidir" y por ser esta una resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es inatacable. Es una manera muy ingeniosa de la Sociedad Civil para que la Suprema Corte de Justicia de la Nación se pronuncie sobre el tema.
*Nota de la Dirección: Rogelio F. Pastor es un nuevo colaborador que se une a nuestro ya excelente equipo de articulista de Horizontes. Es experto en temas de corrupción, drogas y delitos relacionados y sus trabajos que nos enviará desde su lugar de residencia, Viena, Austria, sin duda enriquecerá el contenido de las páginas de nuestro semanario. Bienvenido.
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